5.3.10

Sexo sin amor, de Sharon Olds (Estados Unidos, 1942)

¿Cómo hacen, los que tienen sexo

sin amor? Imperturbables como bailarines,

deslizándose el uno sobre el otro, como patinadores

sobre hielo, los dedos enlazados,

uno dentro del otro, las caras

rojas como un bife o como el vino, húmedos como

bebés recién nacidos cuyas madres

piensan abandonar. ¿Cómo es que acaban

Dios cómo es que acaban

por llegar a las aguas tranquilas, sin amar

al que hizo el recorrido junto a ellos, mientras que poco a poco

subía la temperatura, y un vapor emanaba

de sus pieles? Yo creo que ellos son

los religiosos de verdad, los puristas, los profesionales,

los que se negarían a creer

en un falso Mesías, o a amar al sacerdote

en vez de al Dios. Jamás confundirían

a quien tienen al lado con la fuente de su propio placer.

Son como los mejores corredores: saben que están a solas

con el camino y sus características,

con el frío y el viento, las particularidades

del calzado, su condición cardíaca: variables, nada más,

como el otro en la cama; no su verdad, que es

el cuerpo aislado, solo en el universo,

tratando de batir su propio récord.


(robado del blog Hablando del Asunto 3.0)

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