29.9.06

Made in Hong Kong 1


Esto comienza aquí y es una manifiesta batalla librada contra el querido Falco. Esto es para demostrar que todos tenemos cosas raras de esa gente con los ojos como puñalada en el tarro. Se prevén nuevas ediciones. Hasta vencer.

27.9.06

Un mundo con florcitas


Hoy se queman todas las sierras, ayer casi se me muere Menem en un acto organizado por un gitano, ayer también explotó una ambulancia que trasladaba a una mujer policía, y yo estoy completamente harto de las publicidades de los limpiadores de pisos. Harto. No aguanto más que aparezca una vieja chota con su hija, recorriendo una casa nueva. No aguanto más que las mascotas ensucien todo y que ese todo sea solucionado por un producto. No aguanto más a las florcitas que salen de la botella de los limpiadores cuando las huelen. ¿Lavanda? Florcitas. ¿Jazmín? Florcitas. ¿Aguamarina? Florcitas. Siempre salen.

20.9.06

Piromaníacos

Callejeros va a tocar el jueves en el Chateau Carreras, luego de tanto tiempo, a partir de la aprobación del intendente Juez y el gobernador De la Sota. Hoy las entradas ya se están vendiendo por todos lados y los familiares de las víctimas de Cromagnon amenazaron, en el caso de que llegue a realizarse el recital, con quemar la provincia. Es decir, con prendernos fuego.

Oh sí, Dios, ven hacia nosotros armado con tres bengalas. Dos celestes y una blanca.

Decir y no mostrar 1

Hoy: "Tendencia anglosajona"


Había una vez un hombre que estaba invitado a un casamiento pero que no tenía traje para ponerse. Por eso acudió armado a un velatorio, ametralló a las viejas con spray en el pelo que lloraban en la puerta, a uno o dos chiquitos paradójicamente vestidos de traje, y logró que todos salieran corriendo del salón. Recién allí le robó el saco y el pantalón al muerto, lo dejó desnudo junto a la metralleta, corrió sin parar hasta la fiesta, comió el plato principal, tomó champaña, bailó con la novia y del pedo se quedó dormido. Terminó acostándose como a las seis y media, café de por medio.

Lounch & Bar

¿Cómo encuadrar a todos los bares que están abriendo con música Chill Brazil, Chill Stones, Chill Marley, Chill Lalo Schifrin, o simplemente House, sillones blancos o rojos con formas geométricas y menús para almorzar que siempre incluyen rúcula y toques de aceite de oliva?
¿Cómo llamar a todos los lugares que ya no son peronistas, y que atraviesan el post-menemismo lejos del descuido impune de las “formas” pero cerca de la apariencia y una supuesta atención por el cultivo del cuerpo y ciertas porciones de la mente, todo sin dejar de lado la naturaleza Justicialista?
¿Ahora somos todos Faenistas?

Corazones de mi país 4

Hoy: Fabiana "Colores cálidos" Dal Pra



Sólo tengo para decir que Fabiana es una mujer normal. No tiene la culpa de asustarse tanto. Podría haber nacido bajo un mantel de hule; tomando un vaso de leche tibia para irse a dormir; mirando cómo sus padres jugaban al Scrabel en las sierras.

Fabiana trasciende la opinión común, es mucho pero mucho más que Jorge Cuadrado, y grita “Arriba Córdoba” todas las mañanas. Le manda besitos al hijo en cámara y tiene el poder necesario para sentar su posición sobre la justicia, sobre Taiere, sobre Garzón de Lazcano, sobre la ropa de Cristina “Pómulos de parafina” Kirchner, sobre los chicos que limpian vidrios en la calle, sobre el clima.

Seguramente termina el noticiero y vuelve a su casa, bien encerrada en un auto. Seguro que pone la ropa a lavar, le corta los bordes al apio y a la cebolla de verdeo, se mete a bañar, se desnuda sólo adentro del baño, se le cae el jabón, se agacha para recuperarlo y sin querer seguro que roza la extremidad de la canilla, y es ahí donde comienza a asustarse.

Fabiana, hasta en cámara, se asusta. Con las noticias. Con los temblores en vivo. Y como dicen, no hay nada más fascista que un buen periodista asustado.

7.9.06

La claridad y el fin

El problema, durante todo el año, es el crepúsculo. En verano y en invierno. Hay el primer crepúsculo, el del verano, y no hace falta encender la luz en el interior.

Y luego hay el verdadero, el crepúsculo de invierno. A veces, cerramos los postigos para no verlo. También están las sillas, las guardamos para el verano. La terraza, allí es donde pasamos todos los veranos. Que lo digan mis amigos que vienen a pasar el día. Frecuentemente para eso, hablar.

Es triste cada vez, pero no trágico: el invierno, la vida, la injusticia. El horror absoluto una mañana determinada.

Es sólo eso, triste. No nos acosumbramos con el tiempo.


Marguerite Duras, Escribir.

5.9.06

Y sacó la lengua


Yo no sé qué pensarán los otros, pero creo que se nos fue una de las pocas personas que podían morir disfrutando así tal cual de su propia muerte. El cazador de cocos fue uno de los personajes más grandes que nos ha dado la televisión a todos los que andamos por estos años. Alguien que me explique cómo vamos a hacer para olvidar al hombre que le daba piquitos a las víboras más venenosas del mundo, tirado boca abajo en el medio del desierto, con las manos en las espalda, como esposadas. El hombre que le ofreció su hijo a un caimán y éste, no casualmente, eligió la comida tradicional. Cómo podemos dejar pasar a un tipo que lo mató un aguijón de una raya porque le inoculó el veneno directamente en el corazón.
Ayer hablábamos de esto y algunos decían que su muerte había sido poco seria. "Después de perder tantos pedazos del cuerpo", decían algunos, "no puede matarlo una raya".
Pero la raya lo ensartó justo en el corazón. Y esa era la única manera de matarlo.
Brindo por el enfermo que se nos fue. Brindo por el hombre que acariciaba la capocha de los cocodrilos, luego miraba a la cámara, pegaba un grito como si hubiese empinado un toc toc y luego nos hacía pensar: "yo también podría".
Que duermas, a partir de ahora, con la sangre fría, querido.